martes, 8 de julio de 2008

No puedo renunciar a mi memoria

A medida que pasan los años, se va haciendo evidente que resulta necesario enfatizar las enseñanzas de los años pasados para obviar recordar lo que fueron para los peruanos los regímenes de algunos líderes populistas, que nos llevaron a los mayores desastres económicos, sociales y políticos en el pasado.

Recuerdo algunas estampas políticas de antología a nivel internacional, una de ellas es Juan Domingo Perón, dos veces presidente del Argentina. paradigma de un líder que aconsejaba al presidente de Chile, de ese entonces en una carta, en los siguientes términos “De al pueblo, especialmente a los trabajadores, todo lo que pueda; cuando le parezca que ya les ha dado demasiado, deles mas, ya verá los resultados. Todos sus asesores trataran de asustarlo con el fantasma del hundimiento económico; pero todo eso es una mentira. No hay nada mas elástico que la economía, a la que todos temen tanto porque nadie las entiende”.

En el Perú. Los presidentes populistas a ultranza se has especializado en encontrar frases asépticas que congregaban votos y formaban el consenso en la población, rodeado de un equipo de partidarios con la mayor propensión a corromper, por eso llama la atención que algunas de las desafortunadas recetas vuelvan hoy a ser utilizados por gobiernos regionales y locales como alternativas maquilladas de solución donde sobran las ideas y faltan argumentos.

Yo no vote por Alan, no lo hice porque no pude renunciar a mi memoria. No he podido lobotomizarme. Porque así hubiera ayudado a sentar el precedente de que en el Perú no hay castigos ni sentencias, ni escarmientos.

Acaso los peruanos somos menos que los MONOS que, en los EXPERIMENTOS conductistas, aprenden a NO tropezar con el mismo error para ganarse el alimento. ¿Qué lección le dimos al mundo los peruanos? ¿La de que recompensamos, al hombre que estuvo a punto de desaparecer el Estado como autoridad y a la moneda como instrumento de cambio?. ¿La de que somos una turba de cándidos que volvemos a subyugarnos ante el encanto de unas promesas lanzadas por quien no cumplió antes NINGUNA y después de 1 año y medio, aun sigue esperando? estaremos pronunciando ante el mundo como un país no sólo indescifrable sino enfermo, SOCIALMENTE LISIADO. Que sigue creyendo que esta vez no se volverán a engañar.

Porque mantenemos en el poder a quien NO ha expiado sus culpas, NO ha corregido su programa, NO ha rectificado rumbos y, encima, tiene el cuajo de repetir las cantaletas de mejorar al pais, rodeado por los mismos personajes siniestramente mediocres que tomaron el Estado como un NEGOCIO, cargando a una industria de incompetentes, llenando la planilla del Estado con sus sectarios, y no piensan devolver los aportes del FONAVI a miles de peruanos, nos convirtieron en parias internacionales, como creerle si antes se ensañaron dos millones de veces con el sol hasta volverlo inti -piltrafa, centavo de centavo-, nos empujaron al TRUEQUE, vaciaron las bodegas y los mercados de productos de importación, hicieron negocios turbios que costearon luego exilios dorados, ROBARON como Mantilla, MINTIERON como Saberbein, MEDRARON como Alva Castro y hoy premiado como ministro del Interior, que es tan incapaz de controlar un paro nacional, y necesita del ministro de defensa para resguardar supuestamente la seguridad nacional, ingresando nuevamente a las calles los militares como lo hizo en su gobierno anterior.

¿Cómo olvidar esto? ¿En nombre de qué senderización de nuestras almas puede un peruano creer todavía en esta gestión, ¿Qué clase de andrajosos del ánimo somos? ¿Qué clase de esclavos Chancas, prisioneros Pocras, cautivos Chimúes e ingenuos incas nos habita? ¿Largo tiempo el peruano oprimido, otra vez?. ¿De qué fustán venimos para ser el pueblo que se obstina en creer a quien lo esquilmó y lo decepcionó? ¿De qué parajes humillados nos viene esa capacidad para ser indignos?. NO PUEDO PERMANECER CALLADO. Y sé que lo más probable es que no persuada a nadie.

Allí está García otra vez hablando de crisis internacional, como justificación al incremento de precios en el país, sobornando con dinero los errores de su gestión, hablando de austeridad, y de cumbres internacionales, sierra exportadora. Otra vez la monserga laxa y demagógica para que lo aplaudan los que no tienen nada que perder. Otra vez el discurso que disuade a la honestidad, que consagra el oportunismo y la conveniencia, que cobija a los sinvergüenzas y que hace de las masas los extras de una película que como siempre termina mal.

García no cree en el pueblo: lo instrumenta. No quiere su superación: vive de su fracaso. No entiende de economía: cree que es una suerte de hamaca que hay que ver hasta cuánto puede aguantar, y mientras tanto se puede estar balanceándose, y esperar que no se caiga, realmente es un presidente agraciado para un gran pueblo lastrado por la IGNORANCIA. Solo hay que escucharlo, García no compromete nada de sí cuando habla. Hace mucho tiempo que ha disociado el acto de la palabra. Alan García no es una solución, es un tiro en la sien de la dignidad nacional

Existe una realidad objetiva y es que la población empieza a sentir malestar, escuchamos por todos lados que el dinero no alcanza, tanto ajuste y no hay resultados ¿Qué está pasando? Muchos creen que el modelo se agotó, que el neoliberalismo ya fracasó, aunque es muy fácil echarle la culpa al modelo en vez de ver quienes los están aplicando y si en verdad saben lo que hacen, se hace necesario muchos cambios: una economía de libre mercado, un estado pequeño pero eficiente, con normas legales iguales para todos, mediante una disciplina fiscal y monetaria, necesitamos un programa económico con rostro humano.
En política, no sólo se enfrentan rostros y banderas. Detrás de ellos, en última instancia, se despliegan ideas y principios substanciales. Los principios son verdades fundamentales de las cuales dependen otras verdades. Lo serio, lo responsable es decirle a la gente lo que se debe saber y no lo que quiere oír, la historia nos ha demostrado que una mayoría sin ideología es una masa desorientada, susceptible a ser controlada por cualquiera. El populismo encabezado por un líder carismático utiliza una retórica cargada de adjetivos a la democracia y se convierten en los “profesionales de la promesa”. En el Perú ya estamos saturados de esto, es necesario comprender que la democracia es un medio y no un fin, de ninguna manera la democracia es un instrumento para lograr el control del poder, para conseguir y otorgar privilegios a costa de los demás, aun todavía debemos recorrer el amplio camino de la recuperación del buen manejo económico, e ir fortaleciéndola y evitar caer en la demagogia.